Luego de la antológica visita de la ilustrada Beatriz Sarlo al programa de los analfabetos perongronchistas K, el sarnoliento 6 7 8 (6 tipos en el 7 a las 8, su nombre original), creo que ya ha llegado el momento exacto para clavar en el ángulo la pelota que me dejan picando.¿Acaso usted sabe cuánto nos cuesta a todos los argentinos este pasquín de propaganda política? según datos que tomo del Diario Perfil, nos roban entre 11 y 12 millones de pesos por mes... por mes con un solo programa, así que sepa cuánto más nos roban en estas pelotudeces en vez de usar esos 12 millones de pesos por mes para poner a punto... qué se yo, la red ferroviaria, algunos hospitales semi derruídos, escuelas saqueadas, viviendas en otras provincias más deshabitadas y deshacinar el GBA y la capital...
Bien, esta basura alardea de ser democrática, de trabajar en libertad... patrañas.
Siempre tomando como referencia a Perfil, hay una cláusula en el contrato que aclara que el COMFER (para mí siempre se llamará COMFER) se arroga el derecho de elegir a los invitados del programa, dando la aprobación por escrito 48 horas antes de su presencia al aire. Si el invitado "atenta contra los intereses del modelo" o es "sumamente crítico de la gestión gubernamental" o si directamente "su ideología es afín a la derecha oligárquica tradicional", "reivindica el papel del ejército en los 70", "asume posiciones eclesiásticamente correctas", "disiente con los homosexuales", "apoya el modelo neoliberal menemista", debe buscarse un invitado sustituto y si el mismo "no es apto para el pensamiento único del kirchnerismo" se busca otro y sucesivamente...
¿Adónde está la libertad de trabajo, de prensa; la apuesta al debate, tolerar ideas contrarias; discutir civilizadamente distintas vías para encaminar al país en la senda del progreso, la educación, la cultura del trabajo honesto, la decencia civil? ¿y entender que todos los medios de comunicación responden a los intereses económicos e ideológicos de sus respectivos dueños?
Así que este pasquín de propaganda política adolece de esa llamada libertad de acción. Seguramente si el pelotudo de Orlando Barone (que se llamó a silencio cuando descubrió los negociados de Yabrán en 1991, el muy cobarde; ¿o será que su jefe le sugirió callarse y acató sin protestar? je!) empieza a despotricar contra la corrupción de los ministros, linda patada en el culo le darían.
Y ya que estamos con esto de la propaganda: es de resaltar la imitación del modelo hitleriano utilizado en Alemania desde 1933 para adoctrinar a las masas. Antes con la radio y el cine; ahora radio, TV, diarios, internet al servicio del poder y su apetito dictatorial. Censura de los opositores y los críticos, y lavado de cerebro machacante y continuo a los ignorantes, analfabetos, los dependientes de los planes sociales, los nostálgicos de la dictadura de Juan Domingo. Utilización política de la supuesta muerte de Nestor, formación de fuerzas parapoliciales (La Cámpora), leyes mordaza, desguace de las fuerzas de seguridad, fondos públicos despilfarrados para la causa del modelo.
Todo barrido y metido abajo de la alfombra...
Para finalizar, pecan de parcialistas. Tergiversan las noticias a su conveniencia y muestran la realidad que nos quieren imponer. Que somos un país feliz y pacífico, que la delincuencia es un invento de Clarín, que no hay desnutrición, que no hay drogas, que no hay desempleo, que son maniobras golpistas de los grupos de poder. Que los precios no aumentan hace 6 años, que la inflación es otra mentira clarinista, y todo es una conspiración interplanetaria comandada por Menem y Videla.
Muchachos, no nos roben más. Y no nos tomen por idiotas. Tal vez a un peronista puedan engrupirlo... a un argentino inteligente nunca.
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