Luego de mi recordado posteo acerca de la existencia de una ley de Ruidos molestos de 1968, que fue muy solicitada y copiada, hoy amanezco con el regocijo de que al fin el poder legislativo ha tomado cartas en el asunto y decidió poner fin a los atropellos de todas las hordas de negritos de mierda, los típicos villeritos planeros, kirchneristas, perongronchistas, faloperos que tanto asco da aguantarlos en los transportes públicos con sus sarnosas canciones. Y con total impunidad hasta ayer. Con sus típicas vestimentas que los hace identificables: gorrito, ropa de gimnasia, zapatillas Nike con resortes, Adidas con suela de anillos de plástico y cara llena de alambres.
Queridos pendejos inservibles de mierda: desde hoy, a comprarse auriculares y a dejarse de romper las pelotas a la gente trabajadora y honesta, a la gente sana y de bien. Porque ustedes son una mierda de desperdicio para la sociedad, nacieron para molestar a los otros, para invadir espacios ajenos, para no respetar a nadie, para cagarse en las reglas sociales y de buen comportamiento.
Como decía, la ley rige tanto para los colectivos como para los subterráneos y debo agregar a los trenes. Quien no cumpla la ley podrá ser obligado a bajarse del transporte y ser denunciado a la policía para que lo lleven en cana y le den una buena golpiza.
Muchas gracias a los legisladores Ferraro de la Coalición Cívica y a Lipovetzky del PRO.
Como verán, ni un legislador del FPV o del perongronchismo. Claro, si ellos apoyan a la gronchada maleducada, que son sus votantes.
Al menos estos tipos ya tienen mi voto.
Y ya sabés, mocoso falopero: no nos vas a obligar más a aguantar tu mugre de cumbia o reggaeton, destrozate los oídos y el cerebro vos solo.
EL SILENCIO ES SALUD...
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