
En su encarnizada lucha con los agropecuarios (bien vale el juego de palabras), ahora quiere resaltar las bondades de la carne porcina. Y parece que desea obligar al vulgo perongronchista a comer carne de chancho. Lo insólito, es que le haya dado una connotación sexual a la cosa...
No sabía que la carne del chochan te hace parar el choto, y mejor que el viagra ¡¡que el viagra!! Es decir, señor obrero: si se come un bife de carré de cerdo, se le parará la pija por unas 3 horas, y si se morfa 3, no se le baja en toda la noche.
¿Por eso tiene como gustito a jamón la pastillita azul?
Señora presidente, el poder le está comiendo las neuronas. O lleva una abstinencia sexual importante. ¿Por qué no le pide al pelotudo de su marido que le de poronga de vez en cuando? ¿Cree que le da buen aspecto esa cara de malcogida?
Va a entrar en la historia; no por su desgobierno o por su corruptela, sino por esta aseveración digna de Todo por 2 pesos.
¡¡TOMÁTELA, YEGUA!! LARGÁ EL PODER Y HACETE GARCHAR POR UN CHANCHO, CHUPAPIJA
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