
El ir y venir por programas que hablan de programas porque viven de programas y no tienen otros programas más interesantes que la boludez, se adueñaron de la televisión. Y la sociedad, tal vez en su más alto punto de huequitud, devoró a estos boludos emulándolos. Así, la calle se llenó de boludos y boludas y el ámbito de gente como nosotros se ve cada vez más reducido.
Y claro, de entre todos estos gusanos, sobresale la reina de la boludez: no se concibe cómo Crónica se presta a esta payasada (o sí, Crónica es el diario de esa masa de boludos de la que hablo) que se ve todos los días de 20 a 21.
Dirán que es un poco de humor... sí, burlarse de los infelices que buscan su milésima de segundo de fama. Sin más talento que chupar pija en el caso de los trabas inmundos (Lobato, Cielo, La fiera de las rutas), amontonar toneladas de grasa (las deigor's), hacer playback en vivo (la gorda y el enano con Pimpinela), y más. Se creyeron que lo miro al programa... noooo, si miro eso quemo toda mi biblioteca y me inyecto kerosén.
La cuestión es ¿qué país puede progresar si los medios fomentan la taradez de sus habitantes para manipularlos a su antojo y venderles la realidad como les guste?.
¿Se quedaron pensando?
Bueno, no sintonice más Crónica tv.... "firme junto a la grasada"
Y Anabela, pegate un tiro en la concha por favor.
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